Las expectativas de inflación van en aumento. Y los mercados están expresando su preocupación. Las FAANG ha sentido el impresión ya y todos están hablando de un posible sobrecalentamiento financiero. Sin bloqueo, todo parece indicar que la Reserva Federal está dispuesta a tolerar poco de inflación para impulsar la creación de empleos. Jerome Powell, el dirigente de la FED, ya lo ha dicho en muchísimas ocasiones. La prioridad ahora es el empleo, no el management de la inflación. Eso significa que las tasas no se incrementarán en el futuro cercano, con o sin inflación. ¿Habrá inflación?
Los ultraconservadores vienen hablando de la inflación desde el principio de la crisis. Como en la historia de Pedro y el Lobo, se ha gritado sobre el peligro inminente. Pero, pese a la inmensidad de solvencia inyectada, el problema ha sido, irónicamente, la deflación y no la inflación. Claro que el espacio cripto está plagado de libertarios que abogan la sobriedad monetaria a capa y espada. De hecho, muchos han mencionado la presencia de inflación desde el principio oportuno a la flagrante política monetaria. Pero estas afirmaciones de los libertarios en torno a una inflación que no existe tienen que ver más con ideología que con la verdad. Esta disaster, hasta ahora, ha sido deflacionario.
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La inflación no es una curiosidad. Muchos cuestionan la partida de inflación por el basic hecho de que en la tienda de la vértice algunos rubros han aumentado de precio. Otros hablan de inflación oportuno al aumento de las acciones de Amazon o al aumento de los fortuna raíces en Nueva York. Incluso, se deje de inflación cuando el dólar se debilita en Foreign exchange. Lo que ocurre es que el mundo de hoy es desordenado. Es proponer, nadie confía en las autoridades. Y prefieren apelar a lo subjetivo para explicar la macroeconomía. Si el restaurante chino del Centro Comercial aumentó el precio su menú, eso para el global de las personas significa que hay inflación. Para el que no quiere entender, no hay argumentos que valgan. Finalmente, la inflación es básicamente una enunciación personalized. Es poco que se siente.
Ahora admisiblemente, más allá del uso coloquial del término, la inflación no es un valía improcedente y visceral. La inflación es una estadística. Hace remisión al costo de vida. Y, en los Estados Unidos, se mide con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Este indicador mide distintos rubros y luego promedia. Durante la disaster, muchos productos ciertamente han aumentado de precio. En distinct, se han registrado incrementos en el sector alimentos. Pero el colapso del sector servicios ha funcionado de contrapeso para columpiar el whole. Porque la inflación es un promedio. Y los promedios no son muy buenos describiendo rubros particulares. Es proponer, ir al mercado y quejarnos de los precios no es suficiente para musitar de inflación por el easy hecho de que se están obviando muchos otros sectores. No es física cuántica. Pero la masa escoge no entender.
Conversar de inflación es la modo más rápida que tenemos para expresar nuestro descontento delante el manejo de la finanzas por parte de las autoridades. El ácrata no siempre sabe de conceptos económicos. Pero cree apasionadamente que el Gobierno tiene demasiado poder sobre nuestras vidas. De hecho, el poder gubernativo se presenta como una reducción directa de la confianza particular. Por ende, toda intervención del Gobierno en la finanzas se interpreta automáticamente como opresiva por definición. Intervención gubernativo es igual a desastre.
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El discussion es válido, pero, a veces, mucha ideología confunde. ¿Hay o no inflación? No hay. Punto. Todas las predicciones sobre la arribada de la inflación realizadas durante el año pasado no se cumplieron. Muchos bitcoiners, en un desgarro de pasión ideológica, llegaron a musitar, incluso, de “hiperinflación” para last de año. ¿Qué pasó a last de año? Una inflación por debajo de la meta. ¿Cómo se puede abortar tanto en una predicción? La pasión ideológica.
Ahora admisiblemente, la inflación, aunque distante en este momento, ciertamente es una posibilidad para el futuro cercano. Lo creamos o no, el peligro no yace tanto en la política monetaria. La mejor amiga de la inflación puede ser la desglobalización. Es proponer, el nacionalismo financiero subirá los precios. Entonces, podríamos tener la tormenta perfecta en hexaedro caso de que varios medios llegan juntos. Una reducción significativa de los contagios, un aumento importante de la tasa de empleo, un rico paquete de estímulos, una subida de la confianza del consumidor, la disminución del comercio mundial y distorsiones en las cadenas de producción y distribución en el contexto de una refriega comercial mundial. En comparable situación, tendríamos inflación.
¿Qué pasaría si llega la inflación? Muchos hablan del fin del dólar y un colapso del sistema. Entre bitcoiners, se deje congruo de esta hipótesis. En mi opinión, eso es desatino. Si se llegase a registrar inflación muy por encima de los títulos tolerables, la Reserva Federal se vería en la obligación de subir las tasas de interés y retirar solvencia del sistema para refrigerar la finanzas. Así de sencillo.
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Para los inversores, el problema es que esa desaceleración synthetic, necesaria para controlar la inflación, perjudicaría duramente a los mercados financieros. Por esta razón, muchos están hablando de una período perdida. Wall Street sentiría el impresión. Bitcoin sentiría el impresión. No sería un colapso del sistema. Pero sí un ciclo de retracción económica. Claro que el multiplicador determinante aquí es la tasa de empleo. Mientras el desempleo en los Estados Unidos siga por las nubes, la FED seguirá con su política de flexibilización monetaria. Es proponer, por los momentos, no tenemos un sobrecalentamiento. Lo único que tenemos son los temores delante esa posibilidad en el futuro.
La ideología es muy mala consejera en materia financiera, porque distorsiona la verdad. El inversor debe analizar las realidades tal cual. Las cosas como son. ¿Hay inflación? No hay. ¿Hay desempleo? Mucho. ¿Hay solvencia? Mucha. ¿La FED subirá las tasas? No en el futuro cercano. En conclusión: Esto significa que la fiesta de los activos seguirá por más tiempo.
Por supuesto que muchos activos están sobrevalorados. Y hay burbujas en todos lados. Pero todavía hay muchas oportunidades. La rotación de los mercados se profundizará en la medida que volvamos a la normalidad. Eso quiere proponer que el sector cíclico (aerolíneas, materias primas, bancos, autos, hoteles) podría ir sustituyendo al sector tecnología en gran medida. La inflación podría impresionar. Sin bloqueo, aún no ha llegado. Eso significa que la política monetaria no cambiará todavía. Es proponer, la precipitación de boleto continuará (por más tiempo).
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