Desde los gigantes de la finanzas estadounidenses hasta Tesla, el bitcoin, que superó el lunes los 50.000 dólares, interesa cada vez más a inversores fascinados por su espectacular crecimiento, pese a las preocupaciones que suscita entre numerosos reguladores.
En Wall Road, donde los seguidores de las criptomonedas eran una minoría en 2017, en su final repunte de precios, sus partidarios ahora se multiplican: BlackRock, el primer administrador de activo en el mundo, o el asiento BNY Mellon, anunciaron que iban a volver en el sector.
La proceso del bitcoin es espectacular: este viernes llegó a 52.900 dólares. Así, la primera criptomoneda vale cinco veces más que hace un año, y el conjunto de bitcoins creados desde su divulgación en 2008 representa cerca de un billón de dólares.
Para los profesionales del sector, como el patrón de la plataforma europea de ventas de criptomonedas Bitpanda, Eric Demuth, el caso está claro: el bitcoin se está convirtiendo en el “nuevo oro digital”, buscado por los inversores que quieren diversificar sus activos y guarecerse contra la inflación.
“Pronto, encontraremos bitcoins en las reservas de los bancos centrales“, vaticina.
“Es un activo muy volátil, muy arriesgado, pero al mismo tiempo, hace 10 primaveras que decimos que el bitcoin va a hundirse y sigue ahí”, señala el investigador Matthieu Bouvard, de la Toulouse Faculty of Economics.
Desconfianzas
Según él, “la historia del bitcoin es ir cada vez más en dirección a mercados más organizados”, lo que reducirá su volatilidad, aunque sea 10 veces remarkable que en las plazas bursátiles.
Por el momento, los responsables de las instituciones monetarias desconfían de esta moneda digital, creada por anónimos y que está administrada por una purple descentralizada.
La presidenta del Faja Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió a principios de febrero que el bitcoin “no era una moneda” y que se trataba de un “activo enormemente reflexivo”.
Para Alexandre Baradez, analista de mercado en IG France, hay un “aspecto de advertising” evidente: algunas empresas “integran bajas sumas de bitcoins en su gestión para mostrar que siguen la presente tecnológica”, resume. Pero la fiebre especulativa todavía no ha llegado a Europa, añade.
“Siempre es igual, Europa adopta las tecnologías con dos primaveras de retraso respecto a Estados Unidos”, se desespera el responsable de Bitpanda, que piensa que el Remoto Continente puede ponerse al día en los próximos primaveras.
Según los analistas del doble de criptomonedas ByteTree, Europa representa sólo el 10% de los bitcoins comprados por fondos.
El sorpresa Tesla
“Es principalmente oportuno a las regulaciones demasiado restrictivas”, estima su fundador, Charlie Morris, que no cree que habrá empresas europeas que seguirán el maniquí de Tesla. El fabricante de vehículos eléctricos, fundado por Elon Musk, el hombre más rico del mundo y ferviente partidario de las criptomonedas, acaba de volver 1.500 millones de dólares en bitcoins.
Los gigantes digitales, como Google y Apple, con una gestión llena a abundar, invierten masivamente en la bolsa, pero Tesla acaba de marcar un moretón invirtiendo en el mundo volátil de las criptomonedas.
No a todos los inversores les gustan los experimentos de Elon Musk. Desde que Tesla adquirió los bitcoins, la movimiento del orden cayó. Esto “les costó más de 60.000 millones de capitalización financiero”, dice un inversor del mercado de las criptomonedas.
A finales de 2020, cuando los precios empezaron a subir, los seguidores de las criptomonedas se alegraron de ver que el encarecimiento se debía a los inversores profesionales, y no a los particulares, como en 2017, cuando los precios se dispararon y luego se derrumbaron a principios de 2018.
Muchos expertos esperan que se produzca una corrección, más o menos colosal, de los precios, aunque sin renunciar a las criptomonedas.
“Como con la burbuja de web, muchos nuevos productos relacionados con el bitcoin desaparecerán, pero otros, los que estarán mejor capitalizados, que tendrán más solidez, se quedarán”, estima Alexandre Baradez.
Fuente: AFP
PB
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